El examen general de orina es uno de los estudios de laboratorio más utilizados para evaluar el estado de salud general y detectar afecciones del tracto urinario, enfermedades renales, trastornos metabólicos o infecciones. Este análisis no invasivo permite identificar alteraciones bioquímicas y físicas en la orina, facilitando un diagnóstico temprano y oportuno. A continuación, se detalla cómo se realiza este estudio clínico paso a paso.
Recolección adecuada de la muestra de orina
El primer paso fundamental en la realización del examen general de orina es la correcta recolección de la muestra. Generalmente, se solicita la primera orina de la mañana, ya que es la más concentrada y permite una mejor detección de posibles anomalías. El procedimiento ideal es la técnica del chorro medio, que consiste en iniciar la micción, desechar el primer flujo, recolectar el chorro medio en un recipiente estéril y finalmente desechar el resto. Esta técnica reduce la contaminación bacteriana y celular externa.
Antes de recolectar la muestra, es importante realizar un aseo genital adecuado. En mujeres, se recomienda separar los labios mayores y menores y limpiar con toallitas estériles, mientras que en hombres debe retraerse el prepucio y limpiar el glande. El recipiente debe cerrarse inmediatamente después de recolectar la orina y entregarse al laboratorio lo más pronto posible, preferentemente en los siguientes 30 a 60 minutos.
Análisis físico, químico y microscópico
Una vez en el laboratorio, el EGO se realiza en tres fases principales: análisis físico, químico y microscópico.
- En el análisis físico, se observa el color, la transparencia, el olor y la densidad de la orina. Alteraciones como turbidez, color rojizo o una densidad anormal pueden indicar infecciones, hematuria o deshidratación.
- En la evaluación química, se utiliza una tira reactiva que mide parámetros como pH, proteínas, glucosa, cetonas, bilirrubina, nitritos y leucocitos. Estos valores ofrecen pistas sobre enfermedades como diabetes, infecciones urinarias, daño renal o problemas hepáticos.
- Finalmente, el examen microscópico permite identificar la presencia de células epiteliales, hematíes, leucocitos, cilindros, cristales o bacterias, elementos esenciales para un diagnóstico preciso.
Consideraciones clínicas importantes
Para obtener resultados fiables, es esencial seguir las instrucciones de recolección y evitar factores que puedan alterar la muestra, como el uso de medicamentos, menstruación activa o ejercicios intensos antes del análisis. Además, el examen general de orina puede formar parte de revisiones médicas rutinarias o ser solicitado ante síntomas específicos como dolor al orinar, aumento en la frecuencia urinaria, orina espumosa o decolorada.
El examen también puede complementar otros estudios diagnósticos, especialmente en casos de enfermedades renales crónicas, hipertensión arterial o seguimiento de infecciones recurrentes del tracto urinario. Su bajo costo, facilidad de ejecución y amplio alcance lo convierten en una herramienta fundamental para la medicina preventiva.
Cuidar la salud urinaria es parte esencial del bienestar general. Ante cualquier síntoma o como parte de un chequeo regular, acude a un laboratorio confiable y realízate un examen general de orina. Detectar alteraciones a tiempo puede marcar una gran diferencia.