La elección del momento adecuado para realizarse pruebas COVID tras una posible exposición o contagio es esencial para maximizar la sensibilidad y exactitud diagnóstica. El virus SARS-CoV-2 presenta una dinámica de replicación y carga viral que varía a lo largo del curso de la infección, por lo que cada método de diagnóstico tiene una “ventana” óptima para su aplicación. A continuación, se describen las fases clínicas y los estudios recomendados según el tiempo transcurrido desde la infección.
Ventana de detección viral temprana
Durante los primeros días posteriores a la exposición, la replicación viral en la nasofaringe aumenta de manera exponencial. En general, entre el día 3 y el día 5 después del contagio es cuando la carga viral alcanza niveles máximos, lo que favorece la detección con pruebas de amplificación molecular (PCR) y test de antígenos.
- PCR: Puede identificar trazas del ARN viral incluso antes de la aparición de síntomas, con alta sensibilidad desde el día 2 al 7 de la infección.
- Antígenos: Su rentabilidad diagnóstica es mayor entre el día 3 y el 7, coincidiendo con la fase de mayor contagiosidad.
Pruebas de antígenos en fase sintomática
En pacientes que desarrollan síntomas compatibles con COVID-19 (fiebre, tos, disnea o pérdida del olfato), el test rápido de antígenos es conveniente entre las 24 y 72 horas posteriores al inicio de los síntomas. Este estudio proporciona resultados en 15–30 minutos, facilitando decisiones inmediatas de aislamiento. No obstante, un resultado negativo en presencia de síntomas claros debe confirmarse con PCR para descartar un falso negativo.
Confirmación molecular en días posteriores
Si la prueba de antígenos resulta negativa o si la muestra se obtuvo fuera de la ventana ideal, la PCR sigue siendo el estándar de oro. Su alta sensibilidad permite detectar el virus hasta dos semanas después de la exposición, aunque la carga viral disminuye gradualmente. Se recomienda realizar PCR:
- Tras un resultado antigénico discordante y presencia de síntomas.
- Antes de procedimientos médicos donde se requiera excluir completamente la infección.
- En individuos asintomáticos con contacto estrecho confirmado, para cortar cadenas de transmisión.
Pruebas serológicas tras recuperación
Las pruebas de anticuerpos (IgM e IgG) no identifican la infección activa, sino la respuesta inmunológica tras el contagio. Generalmente, los anticuerpos IgM aparecen entre 7 y 10 días después del inicio de los síntomas y las IgG a partir de la segunda semana. Estas pruebas son útiles:
- Para determinar si hubo infección previa en pacientes que no se realizaron estudios diagnósticos.
- En estudios de seroprevalencia y seguimiento de la respuesta inmune postvacunación.
Aspectos prácticos y recomendaciones
- Momento de la muestra: Elegir el estudio según los días transcurridos desde la exposición o la aparición de síntomas.
- Tipo de test: Priorizar PCR en fases de baja carga viral o para confirmación, y antígenos para cribado rápido.
- Contexto clínico: Valorar presencia de síntomas, riesgo de complicaciones y necesidad de resultados urgentes.
- Logística: Considerar disponibilidad de laboratorio, tiempos de procesamiento y accesibilidad de pruebas rápidas en farmacias o centros de salud.
Tomar en cuenta la dinámica de la infección y los periodos de mayor replicación viral mejora la eficacia de las pruebas COVID y favorece la toma de decisiones clínicas y de salud pública.
Cuida tu salud y la de tu comunidad. Si sospechas de contagio o presentas síntomas, acude a un laboratorio acreditado y realiza tus pruebas COVID a tiempo.

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