El examen general de orina es una prueba de laboratorio no invasiva que permite detectar alteraciones en el sistema urinario y en otros procesos metabólicos del organismo. Gracias a su capacidad para identificar infecciones, problemas renales y trastornos sistémicos, es considerado un estudio básico en los chequeos médicos. Determinar la frecuencia con la que debe realizarse depende de diversos factores, como la edad, los antecedentes médicos y la presencia de síntomas específicos.
Recomendaciones generales para personas sanas
En adultos sin síntomas ni enfermedades crónicas, se recomienda realizar un examen general de orina al menos una vez al año como parte del chequeo médico preventivo. Este estudio puede detectar alteraciones tempranas, incluso en ausencia de molestias, lo que permite iniciar tratamiento oportuno en caso de ser necesario.
En el contexto de la medicina preventiva, el EGO ayuda a establecer una línea base de los valores normales del paciente. Así, cualquier cambio futuro puede ser identificado con mayor precisión por el personal médico.
Pacientes con enfermedades crónicas
En personas con diagnóstico de diabetes mellitus, hipertensión arterial, enfermedad renal crónica o lupus, el examen general de orina debe realizarse con mayor frecuencia. En estos casos, el médico puede solicitar el estudio cada 3 a 6 meses, dependiendo de la evolución clínica y los resultados previos.
El objetivo es monitorear la presencia de proteínas, glucosa, leucocitos o signos de deterioro renal que podrían indicar la necesidad de ajustar el tratamiento. La evaluación regular permite prevenir complicaciones como insuficiencia renal o infecciones urinarias recurrentes.
Durante el embarazo
En mujeres embarazadas, el examen general de orina se incluye dentro de los estudios prenatales de rutina. Suele solicitarse en cada trimestre o con mayor frecuencia si existen factores de riesgo. Este análisis permite detectar infecciones urinarias asintomáticas, proteinuria o glucosuria, condiciones que pueden afectar el desarrollo del embarazo si no se tratan adecuadamente.
La vigilancia estrecha a través del EGO contribuye a proteger la salud de la madre y del feto, especialmente en casos de preeclampsia, diabetes gestacional o antecedentes de infecciones del tracto urinario.
En niños y adultos mayores
En niños, el examen general de orina puede indicarse de forma anual o cuando existen antecedentes de infecciones urinarias, enuresis nocturna persistente o malformaciones congénitas del tracto urinario. En adultos mayores, es útil para el seguimiento de condiciones crónicas, deterioro del estado general o sospechas de infecciones urinarias, incluso si los síntomas no son evidentes.
El EGO permite identificar alteraciones que podrían pasar desapercibidas en estos grupos, quienes suelen presentar manifestaciones atípicas de enfermedades urinarias.
Realizarse un examen general de orina de forma periódica es una medida sencilla y eficaz para cuidar tu salud. Consulta a tu médico de confianza y agenda este estudio en un laboratorio certificado como parte de tu rutina de prevención.
